Cada mañana cuando abro mi ventana y respiro ese aire único, mitad salitre y mitad pino, recuerdo por qué me encanta Benalmádena. No es solo un destino turístico más en la Costa del Sol; es un rincón donde lo tradicional y lo moderno conversan sin prisa, como hacemos los habitantes de esta ciudad en las terrazas mientras se pone el sol.

Vivo a 20 kilómetros de Málaga, en ese tramo privilegiado entre Torremolinos y Fuengirola. Nuestros 27,2 km² albergan a unos 75.801 vecinos (según el último recuento oficial), aunque en verano esta cifra se multiplica hasta el punto de que bromeamos diciendo que «en agosto hasta las farolas hablan inglés».

calle de Benalmádena pueblo

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Benalmádena en 3 zonas: Pueblo, Arroyo de la Miel y Costa

Lo que pocos visitantes comprenden al principio es que Benalmádena no es un solo lugar, sino tres mundos conectados: Benalmádena Pueblo, Benalmádena Costa y Arroyo de la Miel.

Cuando mis amigos de Madrid vienen a visitarme, siempre les hago el mismo recorrido: empezamos en el Pueblo con sus callejuelas encaladas donde mi vecina Conchi sigue regando sus geranios como lo hacía su abuela. Les llevo luego a Arroyo de la Miel, nuestro centro neurálgico donde hago mis compras diarias y donde el bullicio comercial contrasta con ese ritmo pausado del interior. Terminamos siempre en la Costa, donde el Mediterráneo parece disculparse por ser tan azul.

Historia viva: El pasado de Benalmádena que no sabías

Vivir aquí es tropezarse con la historia a diario. A veces, paseando por el casco antiguo, pienso en todos los pies que han pisado estas mismas piedras: fenicios, romanos y especialmente los musulmanes, que dejaron su huella hasta en nuestro nombre.

Mi abuelo, que era un apasionado de la etimología local, siempre defendía la teoría de que «Benalmádena» venía de «Ibn al-ma’ din» (hijo de las minas). «¿No ves que toda esta sierra estaba llena de minas?», me repetía mientras señalaba hacia la montaña. Lo cierto es que, desde que en 1485 nos unimos a la Corona de Castilla, hemos tenido una historia de altibajos: desde devastadores terremotos hasta ataques de piratas que mantenían en vilo a la población costera.

Pero somos resilientes. El siglo XVIII trajo un renacimiento con la industria papelera y los viñedos que tanto dieron que hablar. Ahora, claro, vivimos principalmente del turismo, aunque algunos viejos residentes como Paco, que tiene su huerto en las afueras, siguen cultivando como si el tiempo no hubiera pasado.

Entre cielo y mar: nuestra geografía privilegiada

Mi lugar favorito es ese punto en la Sierra de Mijas desde donde se divisa todo: desde los picos montañosos hasta las calas más escondidas. La transición del paisaje es fascinante: empiezas entre pinos y acabas entre palmeras en cuestión de kilómetros.

El clima es otro regalo que a veces damos por sentado. Mientras mis familiares del norte tiritaban este febrero a 5°C, yo tomaba café en mangas de camisa a 17°C. Nuestros veranos son cálidos (rondando los 30°C), pero la brisa marina hace que sean soportables. La media anual de 19°C y la ausencia de heladas nos permiten presumir de un eterno buen tiempo, aunque los benalmadenses sabemos que enero a veces puede ser traicionero con esos vientos húmedos que parecen colarse hasta los huesos.

CaracterísticaLo que nos define
Área27,287 km²
Habitantes75.801 (2023)
Clima19°C promedio, sin heladas
TerrenoDesde nivel del mar hasta 280 metros

Fiestas y tradiciones: Vive la cultura de Benalmádena

Si quieres conocer el verdadero espíritu de un lugar, asiste a sus fiestas. La nuestra es una cultura vibrante donde lo sacro y lo profano conviven sin problemas.

El Carnaval me transporta a mi infancia, cuando mi madre cosía durante semanas mi disfraz para el desfile. Hoy, las comparsas mantienen vivo ese espíritu irreverente que siempre ha caracterizado al carnaval andaluz.

Pero si hay algo que me eriza la piel es la Semana Santa, especialmente la procesión de la Virgen de la Soledad. Ese silencio absoluto que cae sobre las calles normalmente bulliciosas tiene algo sobrecogedor. El año pasado, durante la procesión, un turista a mi lado comentó sorprendido: «Nunca había escuchado un silencio tan fuerte».

El Corpus Christi transforma nuestras calles en jardines efímeros. Mi tía Carmen se sigue levantando al alba para decorar su balcón con flores y mantones, mientras los vecinos compiten amistosamente por quién crea la alfombra de flores más elaborada.

La Feria de San Juan (24-29 de junio) es nuestra explosión de alegría veraniega. Entre rebujitos, sevillanas improvisadas y esas noches que acaban al amanecer, celebramos el solsticio con fuegos artificiales que se reflejan en el mar.

Estupa de Benalmádena

Lugares Imprescindibles: Qué ver en Benalmádena

Como benalmadense, a veces olvido la suerte que tenemos de tener tantos lugares únicos. El Castillo de Colomares no es solo un monumento a Colón, sino una fantasía arquitectónica que mezcla estilos como si fuera un collage tridimensional. Mi rincón preferido es ese pequeño banco sombreado desde donde se contempla toda la estructura sin interrupciones.

La Estupa budista, con sus 33 metros, sigue sorprendiéndome cada vez que la visito. Es curiosa la paz que se respira allí, incluso en plena temporada alta cuando los autobuses turísticos descargan visitantes sin parar.

Puerto Marina ganó merecidamente el título de «Mejor Puerto del Mundo» en 1995 y 1997. Su diseño, que tanto criticamos los de aquí cuando se construyó («parece un decorado de película», decía mi padre), ahora es parte de nuestra identidad. Las noches de verano, cuando sus luces se reflejan en el agua, tiene una magia especial.

El Teleférico es mi escape de fin de semana. Subir al Monte Calamorro ofrece una perspectiva diferente de nuestro municipio y, en días claros, hasta se puede ver África.

Tivoli World marcó la infancia de todos los benalmadenses de mi generación. Aunque ahora tenga competencia de parques más modernos, conserva ese encanto retro. cerró sus puertas en el 2020, pero se espera que vuelva a abrir sus puertas en 2028.

Selwo Marina y el Parque de la Paloma completan nuestra oferta de ocio. Este último, considerado entre los 25 parques más bellos de Europa con sus 200.000 m², es donde suelo correr por las mañanas, saludando a los mismos patos que parecen reconocerme.

Un secreto poco conocido es nuestro Mariposario. Las más de 1.500 mariposas exóticas revoloteando en libertad crean un espectáculo surrealista que siempre recomiendo a quien busca algo diferente.

Castillo de Colomares en Benalmádena

De la adrenalina al relax: Qué hacer en Benalmádena

La vida aquí puede ser tan tranquila o intensa como desees. Nuestras playas ofrecen desde la calma de una hamaca hasta la adrenalina del kitesurf cuando sopla el levante.

La Sierra de Mijas es nuestro patio de recreo para senderistas y ciclistas. Mi ruta favorita es la que sube hasta el mirador del Águila, especialmente en primavera cuando los almendros florecen.

Para los golfistas, tenemos el campo de Torrequebrada, donde juego ocasionalmente (y normalmente mal) con amigos los domingos. Y si te atrae el mundo submarino, varios centros PADI te permiten explorar los fondos marinos de la Costa del Sol.

Los mercadillos son otra de mis debilidades. El de los viernes en Arroyo de la Miel me recuerda al que visitaba con mi abuela, aunque ahora entre los puestos de frutas y verduras se mezclan vendedores de artesanía internacional.

Te dejo una guía con todo lo que puedes hacer y ver en Benalmádena.

Espeto de sardinas

Gastronomía de Benalmádena: Dónde comer y qué probar

La cocina es donde mejor se expresa nuestra identidad mixta: tradicional pero abierta al mundo. El pescaíto frito sigue siendo rey, especialmente en esos chiringuitos de playa donde el pescado pasa del barco a la mesa en cuestión de horas.

Pero también tenemos platos menos conocidos como las migas con leche, que mi abuela preparaba los días de lluvia, o la cazuela cachorreña, ese guiso contundente que te reconcilia con el invierno.

Entre mis restaurantes favoritos está La Niña en Plaza de España, donde Manolo sigue preparando las mejores tapas andaluzas del pueblo. Para algo más moderno, Lime and Lemon sorprende con sus combinaciones innovadoras y cócteles meticulosamente preparados.

Un sábado típico para mí incluiría un desayuno tardío con tostada de aceite y tomate en Café Central, seguido de unas compras y, quizás, una comida con amigos en alguno de los chiringuitos de la playa.

Dónde alojarse en Benalmádena: Hoteles y opciones para todos los presupuestos

Cuando vienen familiares, siempre me preguntan dónde alojarse. El abanico es amplio:

Para quienes buscan lujo, recomiendo el Vincci Selección Aleysa, con sus vistas privilegiadas al Mediterráneo y ese spa que parece salido de las mil y una noches.

Para familias, el Hotel Pueblo – Boutique Hotel ofrece ese ambiente acogedor que hace que los niños se sientan como en casa.

Los viajeros con presupuesto ajustado encuentran en los hostales y apartamentos de Benalmádena Costa opciones económicas pero dignas.

Y para estancias largas, los alquileres vacacionales en Arroyo de la Miel permiten vivir temporalmente como un local, alejado del bullicio turístico pero a tiro de piedra de todo.

Moviéndose por Benalmádena: transporte práctico

Vivir sin coche aquí es perfectamente viable. El aeropuerto de Málaga está a solo 19 km, y la conexión con tren es excelente (la línea C1 cada 20 minutos, con parada principal en Arroyo de la Miel).

Localmente, nos movemos con:

  • Autobuses que conectan los tres núcleos urbanos con frecuencia razonable (aunque los domingos el servicio se reduce considerablemente).
  • Taxis, abundantes en puntos estratégicos como Puerto Marina o la estación.
  • Reserva tu coche en Benalmádena al mejor precio y descubre rincones únicos como Mijas, Ronda o incluso Gibraltar con comodidad.

Lo mejor, sin embargo, es que muchas zonas son perfectamente transitables a pie, especialmente Benalmádena Pueblo, donde perderías su encanto si lo recorrieras en vehículo.

Tranquilidad y precauciones en Benalmádena: Disfruta sin preocupaciones

Una de las razones por las que amo vivir aquí es la seguridad. El crimen violento es raro, aunque, como en cualquier destino turístico, los descuideros aprovechan la relajación de los visitantes.
Contar con servicios locales de confianza puede hacer que tu estancia en Benalmádena sea mucho más cómoda. Empresas como Albacars forman parte de la vida diaria del municipio, ofreciendo calidad y atención personalizada a residentes y visitantes.

Los consejos que doy a mis amigos cuando vienen son simples:

  • En zonas concurridas, mantén tus pertenencias donde puedas verlas.
  • Evita exhibir joyas o tecnología llamativa en áreas muy turísticas.
  • En verano, presta atención a las advertencias sobre incendios forestales cuando visites zonas de montaña.
  • En la playa, respeta las banderas: el Mediterráneo puede ser traicionero cuando menos lo esperas.

El teléfono de emergencias (112) funciona eficientemente, y la presencia policial es visible pero no intrusiva en las zonas más frecuentadas.

Plata Benalmádena

Economía local: turismo y más allá

Aunque el turismo es nuestro pan de cada día (hoteles, restaurantes, el casino y parques temáticos generan la mayoría de empleos), no es nuestra única actividad.

La agricultura persiste en pequeñas parcelas donde se cultivan aguacates, flores ornamentales y olivos. La pesca, aunque marginal, mantiene ese vínculo con nuestra tradición marinera, aunque el puerto sirva ahora principalmente para deportes náuticos.

La transformación ha sido profunda en las últimas décadas. Mi abuelo aún recuerda cuando la mayoría de familias vivían del campo y la pesca, mientras hoy los jóvenes estudian turismo y marketing.

Famosos entre nosotros

Aunque no tenemos muchos residentes célebres permanentes, Benalmádena ha sido visitada por figuras como Antonio Banderas, malagueño de nacimiento que ocasionalmente pasea por nuestro paseo marítimo.

Durante el verano, no es raro cruzarse con futbolistas, actores o músicos disfrutando de vacaciones discretas. El respeto por su privacidad es parte de nuestro carácter; aquí pueden ser personas normales sin el acoso mediático.

Eventos y festivales en Benalmádena:

Además de nuestras fiestas tradicionales, el calendario cultural se ha enriquecido en los últimos años:

El Festival de Cine Internacional en noviembre ha traído a figuras como Guillermo del Toro, generando un ambiente cinéfilo que antes era impensable.

Benalfest, nuestro festival de música indie en octubre, ha posicionado al municipio en el circuito musical con bandas como Izal y Amaral llenando el recinto.

El Festival de Navidad Internacional convierte diciembre en un mosaico cultural, con mercados y actuaciones que representan tradiciones de los muchos extranjeros residentes.

De compras por Benalmádena

Las opciones de compra son tan variadas como sus visitantes:

Puerto Marina concentra tiendas de moda, souvenirs y ese comercio orientado al visitante que busca algo especial.

Plaza Solymar y sus locales comerciales abiertos ofrecen desde ropa de marca hasta artesanía local.

Los mercados semanales son mi opción preferida para productos frescos que forma parte de nuestra cultura.

Para compras más extensas, el Centro Comercial Miramar a solo 20 minutos en coche satisface incluso a los compradores más exigentes.

Puerto Marina Benalmádena

Vida nocturna en Benalmádena: Bares, pubs y discotecas

La noche en Benalmádena tiene personalidades múltiples:

Puerto Marina concentra locales de ambiente cosmopolita como Nösha Vip Club, donde el dress code apunta a una noche sofisticada.

Plaza Solymar atrae a un público más joven con pubs y discotecas como KIU, ese enorme local de cuatro plantas donde cada nivel ofrece un estilo musical diferente.

Bonanza Square es perfecta para quienes buscan una noche animada pero sin pretensiones, con música en vivo y precios más moderados.

La variedad es tal que en una misma noche puedes empezar tomando una pinta en un pub irlandés, continuar con cócteles sofisticados en la marina y terminar bailando hasta el amanecer en alguna discoteca.

Como ves, Benalmádena no es solo un destino turístico; es un lugar donde lo tradicional y lo moderno, lo local y lo internacional, conviven creando un espacio único. Ya sea que busques relajación en la playa, aventuras en la montaña o inmersión cultural, mi pueblo tiene algo especial esperándote.