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¡Bienvenidos a mi rinconcito del paraíso! Si estás planeando explorar Málaga y sus alrededores, déjame decirte que es la mejor decisión que puedes tomar. Te lo digo yo, que llevo años recorriendo cada curva y cada pueblo de esta bendita tierra.
Imagínate despertarte con el aroma del café recién hecho, salir a la calle y tener la libertad de decidir: ¿playa o montaña? ¿Ciudad histórica o pueblo blanco? En Málaga, todas esas opciones están a un volantazo de distancia. Y es que hacer un viaje con un coche de alquiler en Málaga te permite descubrir la esencia de la Costa del Sol a tu propio ritmo.
Desde las bulliciosas calles del centro histórico hasta los serpenteantes caminos de la Axarquía, cada ruta es una promesa de aventura. Podrás detenerte en esa venta de carretera que te llama la atención, o desviarte hacia ese mirador que te deja sin aliento. ¿Ves esa playita escondida? Pues ahora es toda tuya.
Conducir por Málaga es como hojear un libro de historia, gastronomía y naturaleza, todo en uno. Un día puedes estar paseando por callejuelas empedradas con siglos de historia, y al siguiente, sumergirte en las aguas cristalinas de una cala perdida. Y lo mejor es que tú decides el ritmo.
Así que ponte cómodo, sube el volumen de tu playlist favorita y prepárate para un viaje que te cambiará la vida. Te prometo que, después de recorrer estas rutas, verás Málaga con otros ojos. ¡Vamos allá!
Rutas en coche por Málaga: Qué ver en la ciudad y alrededores
Venga, ¡arranca ese motor que nos vamos de aventura por Málaga capital y sus alrededores! Te voy a llevar por un recorrido que te dejará con la boca abierta, palabra de malagueño.
El corazón de Málaga: Un viaje al pasado
Empezamos nuestra ruta en el mismísimo centro de Málaga. Aparca cerca de la plaza de la Merced (ojo con la zona azul) y prepárate para un festín cultural. A un tiro de piedra tienes la Casa Natal de Picasso. ¿Sabías que el genio malagueño dibujaba antes de hablar? Pues ahora ya lo sabes ;-).
Desde aquí, nos dirigimos calle abajo hacia la Alcazaba, ese fortín árabe que parece sacado de las mil y una noches. Te recomiendo que aparques en el parking subterráneo de la plaza de la Marina y subas andando. La vista desde arriba… madre mía, es para quitarse el sombrero o la gorra 🧢.
Pero espera, que hay más. Justo al lado tienes el Teatro Romano. Sí, has leído bien, ¡romano! Es como viajar en el tiempo sin necesidad de DeLorean de Regreso al Futuro. Y si quieres seguir con la historia, el Castillo de Gibralfaro te espera en lo alto del monte. Desde allí, las vistas de la ciudad y el puerto son de infarto.
Cultura a raudales: Del Thyssen al Pompidou
Ahora vamos a darle un giro moderno a la cosa. Bájate por la calle Larios (y resiste la tentación de las tapas, que ya llegaremos a eso) hasta llegar al Museo Carmen Thyssen. Aquí tienes una colección de pintura española que te dejará boquiabierto.
Y si de arte hablamos, no podemos olvidar el Museo Picasso. Está a un paseo, en el Palacio de Buenavista. Más de 200 obras del genio malagueño te esperan. ¿Qué aún quieres más? Pues tira pa’l puerto y visita el Centre Pompidou. Es ese cubo de colores que no pasa desapercibido. Arte contemporáneo en estado puro.
Un respiro verde: El Parque de Málaga
Después de tanta cultura, nos merecemos un descanso. Aparca cerca del Ayuntamiento y date un paseo por el Parque de Málaga. Es como un oasis en pleno centro, con plantas de los cinco continentes. Si tienes suerte, hasta puedes ver algún pavo real paseándose como Pedro por su casa.
La Málaga marinera: Del Muelle Uno a La Malagueta
Ya que estamos cerca, nos acercamos al Muelle Uno. Aquí puedes aparcar y disfrutar del ambiente portuario. Date un paseo, mira los yates (y sueña un poquito) y, si te apetece, tómate algo en alguna de las terrazas con vista al mar.
Y para rematar, nos vamos a La Malagueta. Aparca por la zona y disfruta de un atardecer en la playa. Si tienes hambre, los espetos de sardinas en cualquier chiringuito son visita obligada. ¡Eso sí que es un manjar de dioses!
Ruta por los alrededores de Málaga: Naturaleza y tradición
Ahora que ya hemos visto lo mejorcito de la capital, ¿qué te parece si nos aventuramos un poquito más allá? Coge el coche y en menos que canta un gallo estamos en los Montes de Málaga. Este parque natural es el pulmón verde de la ciudad, ideal para una escapada de medio día.
Si sigues hacia el interior, a unos 30 kilómetros te encuentras con Antequera. Aparca en el centro y prepárate para flipar con sus iglesias renacentistas y barrocas. Y si te mola la prehistoria, los dólmenes te van a dejar con la boca abierta. ¡Son Patrimonio de la Humanidad, nada menos!
Para terminar el día, ¿qué tal si nos acercamos a Torremolinos? Es la viva imagen de la Costa del Sol: playas kilométricas, chiringuitos a pie de arena y un ambiente que no deja indiferente a nadie. Aparca cerca de la calle San Miguel y date un garbeo por su zona peatonal. Es como un viaje en el tiempo a los años 60, cuando el turismo empezaba a despegar en la costa.
Si te alojas en Benalmádena, te recomiendo que eches un vistazo a las opciones de alquiler de coche en Benalmádena para moverte con comodidad por la zona. En fin, que Málaga y sus alrededores dan para mucho. Y lo mejor es que, con tu coche de alquiler, puedes ir a tu ritmo, parando donde realmente te apetezca. ¿A qué te gusta? Pues esto solo es el principio. ¡Agárrate que vienen curvas!
Rutas en coche por la Axarquía Malagueña: Entre montañas y costa
¡Agárrate fuerte al volante que nos vamos a la Axarquía! Esta comarca es como el patio trasero de Málaga, pero no te engañes, aquí hay más sabor que en una olla de puchero. Vamos a hacer una ruta en coche por Málaga que te va a dejar con ganas de más.
Frigiliana: El pueblo más bonito de España (y no lo digo yo)
Comenzamos nuestra aventura en Frigiliana, un pueblecito que parece sacado de un cuento. No es broma, ha sido elegido varias veces como uno de los pueblos más bonitos de España. Aparca en la entrada del pueblo (hay un parking público) y prepárate para perderte por sus callejuelas empedradas.
Mientras callejeas, fíjate en las casas encaladas con macetas de geranios en cada esquina. ¿Ves esos azulejos con poemas? Son parte de la Ruta de la Miel, que cuenta la historia del pueblo. Y hablando de miel, no te vayas sin probar el arrope. Es un dulce típico que te va a hacer ver las estrellas.
Si llegas a Málaga por avión y quieres recoger tu coche para explorar no solo Frigiliana, sino toda la región, puedes hacerlo alquilar un coche en el aeropuerto de Málaga con entrega express sin tener que sufrir esperas.
Nerja: Donde el Mediterráneo besa la montaña
Siguiente parada: Nerja. Este pueblo costero es famoso por el Balcón de Europa, un mirador que se asoma al mar como la proa de un barco. Aparca en el parking subterráneo de la plaza y date un paseo hasta allí. La vista te va a dejar sin palabras, te lo aseguro.
Pero Nerja es mucho más que el Balcón. ¿Has oído hablar de las Cuevas de Nerja? Pues son una pasada. Imagínate unas cuevas enormes llenas de estalactitas y estalagmitas. Y lo mejor es que están a tiro de piedra del pueblo. Aparca en el parking de las cuevas y prepárate para alucinar.
Y si te va la playa, tienes que bajar a la Playa de Burriana. Es una de las más famosas de la zona, con arena dorada y aguas cristalinas. Perfecto para un chapuzón después de tanto paseo.
Ruta del vino: Un viaje para el paladar
Ahora vamos a poner rumbo al interior, que la Axarquía también tiene lo suyo. ¿Sabías que aquí se hace un vino dulce que está para chuparse los dedos? Pues sí, y vamos a probarlo.
Nuestra primera parada es Cómpeta. Este pueblo, colgado de la ladera de la Sierra de Almijara, es famoso por su vino dulce. Aparca en la entrada del pueblo y date un paseo hasta la Plaza de la Vendimia. Allí tienes varias bodegas donde puedes catar los vinos de la zona. Mi favorito es el moscatel, pero tú prueba y me cuentas.
Seguimos ruta hasta Sayalonga, otro pueblo blanco que parece de postal. Aquí, además del vino, tienes que probar el aceite. Es de los mejores de la provincia, palabra de malagueño. Y si te pilla por agosto, no te pierdas la Noche del Vino. Es una fiesta donde todo el pueblo sale a la calle a celebrar la vendimia. ¡Una pasada!
El embalse de La Viñuela: Un oasis en la montaña
Para terminar nuestra ruta, vamos a refrescarnos un poco. Ponemos rumbo al embalse de La Viñuela, un espejo de agua rodeado de montañas. Es el embalse más grande de la provincia y un sitio perfecto para hacer un pícnic o darte un baño si el calor aprieta.
Hay varias zonas de aparcamiento alrededor del embalse. Yo te recomiendo que aparques cerca del área recreativa de La Viñuela. Desde allí puedes dar un paseo por la orilla o incluso alquilar una canoa si te animas.
Y así terminamos nuestra ruta por la Axarquía, una comarca que tiene de todo: pueblos blancos, playas de ensueño, vinos dulces y hasta un embalse para refrescarse. ¿A qué mola? Pues esto es solo una pequeña muestra de lo que te espera en esta tierra. ¡Nos vemos en la próxima ruta!
Ruta de los pueblos blancos de Málaga en coche
¡Prepárate para una aventura que te va a dejar con la boca abierta! Nos vamos de ruta por los pueblos de Málaga con encanto. Te voy a llevar por un recorrido que parece sacado de un cuento de hadas, con pueblos blancos que brillan bajo el sol andaluz como perlas en un collar.
Casares: El balcón de la Serranía
Empezamos nuestra ruta en Casares, un pueblo que parece desafiar la gravedad. Aparca en la entrada del pueblo (hay un parking público) y prepárate para subir cuesta arriba. Pero te prometo que vale la pena. Cuando llegues a la plaza, date la vuelta y mira las vistas. Se ve hasta Gibraltar en un día claro, ¡palabra!
No dejes de visitar el Castillo de Casares. Es una ruina, sí, pero una ruina con mucho encanto. Y si te pilla el hambre, prueba el queso de cabra payoya. Es una delicia local que te va a hacer ver las estrellas.
Gaucín: Entre el cielo y la tierra
Siguiente parada: Gaucín. Este pueblo es como un nido de águilas, colgado de la ladera de la montaña. Aparca cerca de la plaza del Ayuntamiento y date un paseo por sus calles empinadas. Te vas a encontrar con rincones que parecen sacados de una postal.
No te pierdas el Castillo del Águila. Desde allí, las vistas del valle del Genal son de infarto. Y si te gusta el arte, hay un montón de galerías por el pueblo. Resulta que Gaucín es un imán para artistas de todo el mundo. ¿Quién lo iba a decir, eh?
Genalguacil: El museo vivo
Ahora vamos a por una joya escondida: Genalguacil. Este pueblecito es como un museo al aire libre. Aparca en la entrada (el pueblo es pequeñito) y prepárate para flipar. Cada rincón está lleno de esculturas y obras de arte. Es que aquí celebran unos encuentros de arte cada dos años y los artistas dejan sus obras por las calles.
Date una vuelta por la plaza de la Constitución y fíjate en las esculturas. Cada una tiene su historia. Y si te pilla por agosto, no te pierdas los Encuentros de Arte. El pueblo se llena de artistas trabajando en directo. Una pasada, vamos.
Júzcar: El pueblo pitufo
¿Preparado para una sorpresa? Ponemos rumbo a Júzcar, el famoso pueblo pitufo. Sí, has oído bien. Este pueblo se pintó de azul en 2011, cuando fue elegido por Sony Pictures como escenario para la película «Los Pitufos» en 3D. Para la filmación, todas las casas del pueblo, que originalmente eran blancas, fueron pintadas de un vibrante color azul, lo que le dio un aspecto distintivo y atractivo, y decidieron dejarlas así. Aparca en la entrada y prepárate para un mundo de color azul.
Date una vuelta por sus calles y no dejes de hacerte fotos con las estatuas de pitufos repartidas por el pueblo. Es una experiencia surrealista, te lo aseguro. Y si te pilla con hambre, prueba las setas. Júzcar es famoso por sus bosques llenos de setas en temporada.
Mijas: Donde la montaña besa el mar
Ahora vamos a cambiar un poco de tercio y nos acercamos a la costa. Nuestra siguiente parada es Mijas, un pueblo que combina lo mejor de la montaña y el mar. Deja el coche en uno de los parkings públicos (te recomiendo el de la Virgen de la Peña) y prepárate para enamorarte.
Pasea por sus calles estrechas y empedradas, todas llenas de flores. No te pierdas la Plaza de Toros, una de las pocas de forma ovalada que quedan en España. Y si quieres una experiencia única, date una vuelta en burro-taxi. Sí, has oído bien, ¡en burro! Es toda una tradición en Mijas.
Para terminar, sube hasta el Mirador del Compás. Las vistas de la Costa del Sol desde allí son de película. Y si te da tiempo, baja hasta Mijas Costa para darte un chapuzón. ¡Te lo has ganado!
Ronda: La ciudad del Tajo
Y para rematar nuestra ruta, nos vamos a la joya de la corona: Ronda. Esta ciudad es famosa por su impresionante puente sobre el Tajo, pero te aseguro que hay mucho más que ver.
Aparca en el parking del Paseo Blas Infante y prepárate para un día lleno de historia y vistas espectaculares. Empieza por el Puente Nuevo, claro. Es el símbolo de la ciudad y cuando lo veas entenderás por qué. ¡Es una obra de ingeniería que te deja sin aliento!
Luego date una vuelta por la Ciudad Vieja. Piérdete por sus callejuelas y descubre rincones llenos de encanto. No dejes de visitar la Casa del Rey Moro y sus Jardines. La bajada a la Mina es una experiencia única, aunque ojo, que son más de 300 escalones.
Y para terminar el día a lo grande, ¿qué tal una visita a una bodega? Ronda es famosa por sus vinos y hay varias bodegas que ofrecen visitas y catas. Te recomiendo la Bodega Descalzos Viejos, instalada en un antiguo convento. ¡Una manera perfecta de cerrar nuestra ruta de pueblos blancos!
Esta ruta por los pueblos blancos de Málaga te va a dejar con ganas de más, te lo aseguro. Cada pueblo tiene su encanto, su historia y sus tradiciones. Y lo mejor es que, con tu coche de alquiler, puedes ir a tu ritmo, parando donde quieras y el tiempo que quieras. ¿A qué suena bien? Pues venga, ¡a la carretera!
Ruta de vinos en Málaga: bodegas y viñedos en coche
¡Agárrate a la copa que nos vamos de ruta vinícola por Málaga! Y no, no te preocupes, que el que conduce no bebe. Pero el que va de copiloto… ¡ese sí que va a disfrutar! Vamos a recorrer algunas de las mejores bodegas de la provincia, esas que hacen que el viaje en coche por Málaga sea una experiencia para el paladar.
La Axarquía: cuna del moscatel
Empezamos nuestra ruta en la Axarquía, tierra de vinos dulces que te van a hacer ver las estrellas. Nuestra primera parada es en Cómpeta, en la Bodega Javier Almansa. Aparca en la entrada del pueblo y prepárate para una cata que te va a dejar con ganas de más. Su moscatel es una delicia, pero no te pierdas el vino dulce típico de la zona de la uva Romé, una uva autóctona de Andalucía que es puro néctar.
Seguimos ruta hasta Sayalonga, donde nos espera la Bodega Bentomiz. Esta bodega moderna, con unas vistas de infarto a las montañas, hace unos vinos que son la bomba. Prueba su Ariyanas, un vino seco de uva moscatel que te va a sorprender.
Málaga capital: tradición e innovación
Ahora ponemos rumbo a Málaga capital. Aquí, en pleno centro histórico, tenemos la Bodega Bar El Pimpi. Vale, no es una bodega al uso, pero es un sitio emblemático donde puedes probar los mejores vinos de Málaga. Aparca en el parking de la Plaza de la Marina y date un paseo hasta allí. No te pierdas sus barriles firmados por famosos, ¡es toda una institución!
Para algo más tradicional, nos vamos a las afueras de la ciudad, a la Bodega Antigua Casa de Guardia. Esta bodega, fundada en 1840, es la más antigua de Málaga. Aquí puedes probar el auténtico vino de Málaga, ese que bebían los reyes y los poetas. Su Pajarete es una delicia que no te puedes perder.
Ronda: vinos con historia
Siguiente parada: Ronda. Esta ciudad no solo es famosa por su tajo, también por sus vinos. Aparca cerca del casco antiguo y prepárate para una experiencia única en la Bodega La Sangre de Ronda. Esta bodega-museo te cuenta la historia del vino en la región mientras pruebas algunos de sus mejores caldos.
Y si quieres algo más exclusivo, no te pierdas la Bodega F. Schatz. Es una bodega pequeñita, ecológica, que hace unos vinos de autor que son una pasada. Eso sí, llama antes para concertar la visita, que el dueño, Friedrich(Federico), es todo un personaje y le gusta atender personalmente a sus visitantes.
Manilva: el tesoro escondido
Para terminar nuestra ruta, nos vamos al extremo occidental de la Costa del Sol, a Manilva. Aquí, la Bodega Nilvaestá haciendo maravillas con la uva moscatel de Alejandría. Aparca junto a los viñedos y disfruta de una visita que incluye un paseo entre las vides y una cata con vistas al mar. Su vino dulce Nilva es un auténtico tesoro líquido.
Y así terminamos nuestra ruta de vinos por Málaga. Una ruta que te lleva desde las montañas hasta el mar, pasando por bodegas centenarias y proyectos innovadores. Y lo mejor es que, con tu coche de alquiler, puedes hacer la ruta a tu ritmo, parando donde quieras y el tiempo que quieras.
Recuerda, si vas a conducir, deja las catas para tu acompañante o contrata un conductor. La carretera y el alcohol no hacen buenas migas. Y si te has quedado con ganas de más, no te preocupes. Málaga tiene tantas bodegas y viñedos que podrías estar meses explorando y no las verías todas. Así que ya tienes excusa para volver, ¿eh? ¡Salud y buen viaje!
Rutas por los parques naturales de Málaga en coche
¡Preparad las botas de montaña y el pícnic que nos vamos de ruta por los parques naturales de Málaga! Y sí, vamos en coche, porque estos paraísos verdes están repartidos por toda la provincia y hay que aprovechar la libertad que te da un coche en Málaga. ¡Vamos allá!
Sierra de las Nieves: el techo de Málaga
Empezamos por todo lo alto, nunca mejor dicho. La Sierra de las Nieves es el parque natural más grande de la provincia y recientemente nombrado Parque Nacional. ¡Ahí es nada!
Arranca el coche y pon rumbo a Yunquera. Aparca en el área recreativa de Los Sauces y prepárate para una aventura. Desde aquí sale una ruta que te lleva hasta el Pinsapo de las Escaleretas, un árbol milenario que te va a dejar con la boca abierta. Son unos 5 kilómetros ida y vuelta, pero merece la pena cada paso.
Si te animas a más, puedes subir al Torrecilla, el pico más alto de la provincia con sus 1.919 metros. La ruta sale desde el Puerto de los Pilones. Ojo, que es una ruta exigente, pero las vistas desde arriba… madre mía, son de otro mundo.
Montes de Málaga: el pulmón de la capital
Ahora nos vamos a los Montes de Málaga, un parque natural a tiro de piedra de la capital. Aparca en el Centro de Visitantes Torrijos y prepárate para un día de naturaleza a lo grande.
Te recomiendo la ruta del Torrijos. Son unos 5 kilómetros circulares que te llevan por lo mejor del parque. Vas a ver bosques de pinos, arroyos cristalinos y, si tienes suerte, hasta algún zorro o jabalí.
Y cuando acabes la ruta, no te vayas sin probar el plato estrella de la zona: el plato de los Montes. Es un revuelto de huevos, patatas, lomo, pimientos… vamos, una bomba calórica que te va a dar energía para otra ruta si hace falta.
Sierra Bermeja: donde los pinsapos tocan el mar
Siguiente parada: Sierra Bermeja. Este parque natural es único en el mundo por sus peridotitas, unas rocas de color rojizo que le dan su nombre. Aparca en el Puerto de Peñas Blancas y prepárate para alucinar.
La ruta de Los Reales es imprescindible. Son unos 4 kilómetros que te llevan hasta el pico más alto de la sierra. Desde allí, las vistas son de infarto: puedes ver África en un día claro, ¡te lo juro!
Y si te va lo raro, busca los pinsapares. Son bosques de pinsapos, un árbol que solo crece aquí y en el Rif marroquí. Ver estos árboles tan cerca del mar es algo único en el mundo.
Desfiladero de los Gaitanes: el Caminito del Rey
Y para terminar, vamos a por emociones fuertes. El Desfiladero de los Gaitanes, hogar del famoso Caminito del Rey, es un espectáculo de la naturaleza que te va a dejar sin palabras.
Aparca en el aparcamiento oficial del Caminito del Rey (reserva antes, que se llena) y prepárate para una experiencia única. El recorrido es de unos 7 kilómetros, la mayoría por pasarelas colgadas en la pared del desfiladero. No es apto para personas con vértigo, pero si te atreves, te aseguro que es una experiencia que no olvidarás.
Y si prefieres algo más relajado, hay rutas por la parte de abajo del desfiladero que son igual de impresionantes. La del río Guadalhorce te lleva por bosques de ribera y pozas de agua cristalina. Perfecta para un día de calor.
Y así terminamos nuestra ruta por los parques naturales de Málaga. Una ruta que te lleva desde las altas cumbres hasta los profundos desfiladeros, pasando por bosques milenarios y ríos cristalinos. Y lo mejor es que, con tu coche de alquiler, puedes hacer la ruta a tu ritmo, parando donde quieras y el tiempo que quieras.
Recuerda llevar siempre agua, comida y ropa adecuada. Y sobre todo, respeta la naturaleza. Estos parajes son un tesoro que tenemos que cuidar entre todos. ¿A que te gusta la naturaleza malagueña? Pues espera a ver lo que nos queda por descubrir. ¡Seguimos en ruta!
Ruta en coche por la Costa del Sol oriental: De Málaga a Nerja
¡Vamos de playa en playa! Esta ruta a lo largo de la Costa del Sol oriental te llevará desde Málaga hasta Nerja, pasando por playas impresionantes y pueblos con mucho encanto. Prepárate para un viaje en coche por Málaga que te dejará con ganas de más sol y mar.
Málaga: Donde el arte se encuentra con el mar
Empezamos en Málaga capital. Aparca cerca de La Malagueta y disfruta de un buen chapuzón en la playa urbana más famosa de la ciudad. Después, da un paseo por el Muelle Uno, el puerto deportivo repleto de terrazas con vistas al mar.
Si eres amante del arte, el Centre Pompidou está justo al lado del puerto. Este cubo de colores alberga una impresionante colección de arte contemporáneo que te va a sorprender.
Rincón de la Victoria: Cuevas y playas vírgenes
Siguiente parada: Rincón de la Victoria. Aparca cerca de la playa de la Cala del Moral y explora las Cuevas del Tesoro, las únicas cuevas de origen marino que se pueden visitar en Europa. Aunque la leyenda dice que esconden un tesoro árabe, lo que realmente encontrarás es un lugar fascinante.
Luego, disfruta de un día de playa en la extensa arena dorada de Rincón de la Victoria. Ideal para familias, con aguas tranquilas y casi 4 kilómetros de playa.
Vélez-Málaga: Historia y playa en un mismo lugar
Llegamos a Vélez-Málaga, con su casco histórico lleno de monumentos y su zona de playa, Torre del Mar. Aparca en el centro histórico y explora sus calles empedradas. No te pierdas el Castillo del Marqués de Vélez para unas vistas espectaculares.
En Torre del Mar, disfruta de un paseo marítimo impresionante y prueba el ajoblanco, una sopa fría típica de la zona que está deliciosa.
Torrox: El mejor clima de Europa
Siguiente parada: Torrox, conocido por tener el mejor clima de Europa. Aparca cerca del faro y disfruta de la playa de Ferrara, con más de 1 kilómetro de arena fina y aguas tranquilas.
Sube al pueblo de Torrox para ver sus calles encaladas y disfrutar de unas vistas preciosas desde la Plaza de la Constitución. Y si te apetece algo dulce, las tortas de Torrox son un manjar que no te puedes perder.
Nerja: El Balcón de Europa
Llegamos a Nerja, la joya de la Costa del Sol. Aparca en el parking subterráneo cerca de la calle Carabeo y empieza tu visita en el Balcón de Europa. Este mirador ofrece unas vistas impresionantes de la costa y, en días claros, incluso de las montañas de África.
No te pierdas la Playa de Burriana, la más famosa de Nerja, ideal para disfrutar de un día de sol y mar. Prueba el pescaíto frito y los espetos de sardinas en uno de los chiringuitos.
Y si te queda tiempo, visita las Cuevas de Nerja. A las afueras del pueblo, estas cuevas tienen formaciones rocosas asombrosas y en verano organizan un festival de música dentro de la cueva. ¡Una experiencia única!
Para cerrar el día, ¿qué tal una puesta de sol en la Playa de Calahonda? Pequeña y pintoresca, ofrece una vista espectacular del sol poniéndose entre las rocas.
Y así concluye nuestra ruta por la Costa del Sol oriental, un viaje lleno de playas paradisíacas, pueblos encantadores y paisajes impresionantes. Con tu coche de alquiler, puedes recorrer esta costa a tu ritmo, haciendo paradas cuando y donde quieras.
Recuerda llevar protección solar, agua y muchas ganas de disfrutar. ¡La Costa del Sol es un auténtico paraíso! ¿Te has quedado con ganas de más? Málaga tiene aún más por descubrir.
Ruta por la Serranía de Ronda: Naturaleza y cultura en coche
¡Prepárate para una aventura en la Serranía de Ronda! Esta ruta combina naturaleza salvaje, pueblos con encanto y una de las ciudades más impresionantes de Andalucía. Pon a punto el coche y prepárate para un viaje en coche por Málaga que no olvidarás.
Ronda: La ciudad del Tajo
Empezamos en Ronda, la joya de la Serranía. Aparca en el parking del Paseo Blas Infante y prepárate para maravillarte con el Puente Nuevo. Este puente del siglo XVIII, que une las dos partes de la ciudad, se alza sobre un tajo de más de 100 metros de profundidad. La vista desde abajo es espectacular, pero si te atreves, la caminata hasta abajo es una aventura en sí misma.
Explora la Ciudad Vieja y piérdete en sus callejuelas llenas de encanto. No te pierdas la Casa del Rey Moro y sus Jardines. La bajada a la Mina es una experiencia única, aunque son más de 300 escalones.
Para reponer fuerzas, prueba el rabo de toro, una especialidad local que está para chuparse los dedos.
Cueva del Gato: Un oasis escondido
Salimos de Ronda dirección Benaoján. A unos 4 kilómetros encontrarás la desviación hacia la Cueva del Gato. Aparca en el pequeño parking y prepárate para una caminata corta.
La Cueva del Gato es una maravilla natural con un río subterráneo que forma una piscina natural de aguas turquesas. Aunque en verano puede estar llena de gente, incluso en invierno el paisaje es impresionante.
Setenil de las Bodegas: El pueblo bajo la roca
Nuestra siguiente parada es Setenil de las Bodegas, un pueblo único donde muchas casas están literalmente bajo una enorme roca. Aparca en la entrada del pueblo y explora las calles Cuevas del Sol y Cuevas de la Sombra. Las casas aprovechan el saliente de la roca como techo natural.
Prueba el queso payoyo, un queso de cabra típico de la zona, ideal para un aperitivo.
Grazalema: El pueblo más lluvioso de España
Ahora nos dirigimos a Grazalema, un pueblo blanco en el Parque Natural Sierra de Grazalema. Sorprendentemente, es el pueblo más lluvioso de España, aunque también tiene muchos días de sol.
Aparca en la entrada del pueblo y pasea por sus calles empinadas. La Plaza de España es el corazón del pueblo, con su fuente central y edificios encalados. Si te gusta el senderismo, la subida al Torreón, el pico más alto de la provincia de Cádiz, es una opción excelente. Asegúrate de obtener permiso en el Centro de Visitantes antes de ir.
Zahara de la Sierra: Un pueblo de postal
Nuestra última parada es Zahara de la Sierra, un pueblo en lo alto de un peñón que parece sacado de un cuento. Aparca abajo y sube andando hasta el castillo. Las vistas del embalse de Zahara-El Gastor desde el castillo son impresionantes.
Si el calor aprieta, bájate al embalse para un refrescante baño en una de las zonas habilitadas.
Y así concluye nuestra ruta por la Serranía de Ronda, un viaje que te lleva desde ciudades históricas hasta pueblos blancos en las montañas, pasando por maravillas naturales y embalses turquesas. Con tu coche de alquiler, puedes explorar la Serranía a tu ritmo, haciendo paradas cuando lo desees.
No olvides llevar agua, buen calzado y tu cámara de fotos. La Serranía de Ronda es un paraíso para los amantes de la naturaleza y la fotografía. ¿Te has quedado con ganas de más? ¡Málaga tiene muchos más rincones por descubrir! ¡Hasta la próxima aventura!
Rutas escénicas por las montañas de Málaga
¡Preparad las cámaras y los ojos como platos que nos vamos a recorrer las rutas más espectaculares de las montañas malagueñas! Si pensabas que Málaga era solo playa, prepárate para sorprenderte.
La carretera de los Montes de Málaga: Un tobogán verde
Empezamos nuestra ruta en los Montes de Málaga. Coge la carretera A-7000 desde Málaga capital y prepárate para un viaje en el tiempo. Esta carretera serpentea entre bosques de pinos y te lleva hasta el corazón del Parque Natural.
Para unas vistas de infarto, para en el mirador de la Cuesta de las Cabras. Desde aquí puedes ver toda la bahía de Málaga. Si madrugas, podrás ver la salida del sol sobre el mar. ¡Una pasada!
Y si te entra hambre, para en alguna de las ventas del camino. El plato estrella es el plato de los Montes: huevos fritos, patatas, lomo… Vamos, una bomba de calorías que te da energía para seguir la ruta.
La carretera del Torcal: Un viaje a otro planeta
Siguiente parada: El Torcal de Antequera. Coge la A-7075 desde Antequera y prepárate para flipar. Esta carretera te lleva por un paisaje kárstico que parece de otro planeta.
Para en el Centro de Visitantes y date una vuelta por los senderos. Las formaciones rocosas son tan raras que parece que estás en la luna. Y si tienes suerte, podrás ver cabras montesas saltando entre las rocas como si nada.
No te vayas sin subir al mirador de Las Ventanillas. Las vistas de la comarca de Antequera son espectaculares. En días claros, hasta puedes ver Sierra Nevada.
La ruta del desfiladero de los Gaitanes: Vértigo y adrenalina
Ahora vamos a por emociones fuertes. La carretera MA-5403 te lleva hasta el famoso Caminito del Rey. Esta carretera es un espectáculo en sí misma, serpenteando entre montañas y bordeando el embalse del Conde de Guadalhorce.
Para en el mirador del Embalse. Las vistas del agua turquesa entre las montañas son de postal. Y si te atreves, sigue hasta el Caminito del Rey. Es una pasarela colgada en la pared del desfiladero que te va a poner los pelos de punta. Eso sí, reserva con antelación que se llena enseguida.
La carretera de la Sierra de las Nieves: El techo de Málaga
Y para terminar, nos vamos al recién estrenado Parque Nacional de la Sierra de las Nieves. Coge la A-366 desde Ronda y prepárate para un viaje entre bosques de pinsapos, un árbol que solo crece aquí y en el Rif marroquí.
Para en el Puerto de los Pilones. Desde aquí sale la ruta al Torrecilla, el pico más alto de la provincia. Si te animas a subir, las vistas desde arriba son increíbles. En días claros, puedes ver hasta África.
Y si prefieres algo más tranquilo, date una vuelta por Yunquera. Es un pueblo blanco precioso con unas vistas de la sierra que te dejan sin palabras.
Y así terminamos nuestra ruta escénica por las montañas de Málaga. Un viaje que te lleva desde bosques frondosos hasta paisajes lunares, pasando por desfiladeros de vértigo y picos de más de 2.000 metros. Y lo mejor es que, con tu coche de alquiler, puedes hacer la ruta a tu ritmo, parando donde quieras y el tiempo que quieras.
Recuerda llevar siempre agua, algo de comida y ropa de abrigo. En la montaña el tiempo puede cambiar rápidamente. Y por supuesto, no te olvides la cámara. Vas a querer inmortalizar cada curva del camino.
¿A que no te imaginabas que Málaga tenía tanto que ofrecer más allá de sus playas? Pues esto es solo una muestra. La provincia está llena de carreteras escénicas que te llevan a rincones de ensueño. Así que ya sabes, la próxima vez que vengas, alquila un coche y lánzate a la aventura. ¡Te esperan miles de kilómetros de pura belleza malagueña!